Al volver de varios años viviendo fuera, no me hallaba en ningún lado, todos los lugares me parecían lejanos, me faltaba ese lugarcito donde hacer una pausa, tener un meeting, releer mis apuntes antes de rendir un examen, un lugar con conexión a wi-fi o simplemente tomar un café; pero no cualquier café…

Un espacio que me conectara con el mundo. Y fue ahí donde lo hallé, empecé a observar y convivir en los micro mundos a mí alrededor, reencontrándome con mi país.

Dependiendo de la sede, el lugar se convertía en un Coffee Office, todos al abrir y cerrar de sus laptops con un capuccino para empezar bien el día. Otros leían y releían concentrados en sus últimos apuntes antes de dar un examen final, intuyo yo. Otros extranjeros que,  como punto de cable a tierra, creo encontraban en ese café un pedacito de cielo de su país de origen. Y Últimamente, hasta se ha vuelto un espacio para realizar entrevistas de trabajo.

Yo empezaba mis pininos como «importante entrepreneur» sin oficina , con un smarphone de última generación de «Plan 200» me encontraba haciendo los primeros esbozos de lo que hoy es mi trabajo. Al comienzo todo era lejano, pero para relajarme y empezar a adaptarme, recreaba la  rutina que tenía en uno de mis cafés favoritos «CM» cuando vivía en otros lares.

Ingresaba, pedía un café y luego buscaba un espacio donde conectar mi laptop, pasaban tres horas y, mientras intentaba concentrarme terminaba con dos horas productivas y una de hacer nada entrando y saliendo de Google, Facebook y Chats. Empezaba a alistarme en las filas del emprendedor peruano, pasando desde el home office, al coffee office hasta el co-working. Pasaron los años y aunque hoy ya tengo una oficina co-working sigo visitando ese café  dos veces por semana como mínimo. Hoy tiene sucursales en varios distritos y me da mucho gusto que cada año surjan más emprendedores y, el «CONCEPTO» de lugares como aquellos, sirvan de soporte a muchos más entusiastas emprendedores.

Teniendo en consideración que 1 de cada 4 peruanos se encuentran en etapa temprana de emprendimiento, que la tasa de mortandad empresarial es del 9% en los primeros 12 meses, aún se siguen creando 853 empresas y se cierran 469 según datos del GEM Perú.

«Tomar un café, no es solo tomar un café, el lugar y el concepto pueden ser el empuje para llevarte a otro nivel».