Clasificamos al mundial de fútbol, estamos en Rusia y Paolo si va. Qué mas se puede pedir!

Cada vez que juega Perú somos más positivos, postergamos los problemas del día a día, “El día se hace bonito”

Pero, ¿será que el fútbol se ha convertido en el aliento del día a día?

Quién sabe, pero en los últimos tiempos desayunamos, almorzamos y cenamos fútbol. Hasta hace unos meses ser peruano era ser un ciudadano promedio y el sufrimiento parecía  se nos había encarnado.

No recuerdo haber visto una clasificación al mundial ni tanta gente vestida de rojo y blanco desbordar tanta algarabía y orgullo en las calles jamás.

Por el contrario no puedo evitar recordar a esa generación golpeada por los embates del terrorismo, en los peruanos que partieron en busca del sueño americano, en busca del Koseki , o en busca de recuperar los tesoros arrebatados por la madre patria. Sí, en aquellos que se fueron desmembrados emocionalmente del Perú, en aquellos que muchas veces tuvieron que esconder su nacionalidad, sus rasgos inca para poder pasar piola…y últimamente en el halo de corrupción sumado a los desastres naturales.

Pero, parece  que todo eso va quedando atrás, se respiran otros tiempos, hoy ser PERUANO es marca registrada donde sus atributos son más que evidentes: perseverancia, resiliencia, humildad, mucha garra y nuestro embajador es sin duda Paolo Guerrero.

Así es, lo que ni el mejor platillo o la historia emprendedora más alucinante a podido lograr,  Hoy el fútbol lo hace posible y nos da tregua para ser feliz.

Disfrutemos del momento, es hora de celebrar, de vestirse de rojo y blanco, de ilusionarnos, mirar hacia adelante y decir con firmeza tengo  el orgullo de ser Peruano y Soy Feliz… Arriba Perú!